El Proposito de la Empresa en el Marketing y Comunicacion

A vueltas con el “Propósito”…

De tarde en tarde, habrás notado que ciertos conceptos o tips se ponen repentinamente de moda en el ámbito profesional o empresarial, especialmente en el área del marketing y la comunicación. No se sabe muy bien cómo empieza este fenómeno, pero en poco tiempo, todo el mundo está hablando ya del nuevo tema, bien en las redes sociales, en los seminarios online, en las manidas charlas TED, o en las pausas para el café en las empresas. Ha pasado con términos como storytelling -que ahora ha evolucionado, como no podía ser menos, en el storydoing– el engagement, el viaje del cliente, el marketing de contenidos o la experiencia del cliente. Seguro que has oído hablar de todos ellos.

Y la verdad es que durante un tiempo parece que el término de moda es lo más, lo que en ese momento es relevante y en lo que todo profesional debería centrarse para conseguir un mayor éxito en su estrategia de negocio. Si no pones en marcha el concepto que está de moda, no vas a triunfar, te dicen. Y, si te paras a pensar, casi ninguno de estos conceptos es genuinamente nuevo. Como mucho, es una actualización – o restyling como dirían algunos- de ideas que ya estaban presentes en cualquier manual de marketing estratégico desde hace mucho tiempo. Pero parece que si le ponemos un nuevo nombre y lo vestimos adecuadamente acorde con los tiempos actuales se crea algo novedoso y rompedor.

En estos momentos, hay un concepto que está en boca de todos: blogueros, expertos en marketing, gurús de la estrategia, conferenciantes…y no es otro que el PROPÓSITO. El propósito como eje vertebrador de una estrategia empresarial que pretende trasmitir al mercado la razón de ser de nuestra empresa. Y se incide muchas veces en el hecho de que el propósito es incluso más importante que nuestra propuesta de valor. Bueno, en este punto se podrá ser más o menos radical, pero estaréis de acuerdo en que no se puede hacer llegar nuestra propuesta de valor de forma eficaz si no explicamos a la vez el por qué de la misma.

Pero volviendo a los términos de moda, el propósito es otro ejemplo más de una vuelta a conceptos que ya existían en el mundo empresarial. Por ejemplo, ya en 2009 Simon Sissek definió su famoso Círculo Dorado, donde confluían el Qué, el Cómo y el Por Qué, aplicados a una organización cualquiera. Y es precisamente el por qué lo que define el propósito de una empresa, y punto de inicio para una estrategia efectiva (por delante del qué y del cómo) según Sissek. El por qué no deja de ser la razón de ser de la organización, lo que explica su existencia, en definitiva, su propósito.

Pero incluso si nos vamos mucho más atrás en el tiempo, encontraremos que cuando las empresas definen su Misión, están de hecho definiendo su razón de ser, su propósito. Están dando respuesta al por qué de su existencia. Mira estos ejemplos de misión empresarial (propósito):

Crear productos que encarnen el único saber-hacer, una herencia cuidadosamente preservada y una dinámica de compromiso con la modernidad. Estas creaciones hacen a nuestras casas embajadoras de un arte de vivir distinguidamente refinado.” (Louis Vuitton).

“Traer inspiración e innovación a cada atleta* en el mundo. *Si tienes un cuerpo, eres un atleta.” (Nike).

“En Microsoft, nuestra misión es habilitar a las personas y negocios de todo el mundo para que comprendan todo su potencial.” (Microsoft).

 

¿El punto en común de todas ellas? Están explicando por qué están en el mercado (propósito).

Ya ves cómo un término de moda como propósito, al igual que muchos otros, no deja de ser una puesta al día de conceptos que ya existían. Y sí, ciertamente, tener definido el por qué de tu empresa es crucial, no ahora como parece ser cuando no se para de hablar del propósito, sino siempre. De hecho, la misión de una organización es un paso necesario y previo antes de que esta salga al mercado (junto a la visión y los valores). Siempre ha sido así. Encontrar el por qué de tu empresa te ayudará a alinearlo con lo que tu marca va a aportar a la sociedad (la propuesta de valor) y con las necesidades reales tanto de los consumidores como de la sociedad en su conjunto.

Y si no has definido todavía tu propósito como empresa, recuerda que, como señalaba Simon Sissek, “encontrar el POR QUÉ es un proceso de descubrimiento, no de invención”. No intentes ser lo que no eres. Haz el esfuerzo por hallar lo que realmente te identifica y te diferencia. Si lo logras, habrás encontrado tu propósito.

Ah, y cuando vuelvas a encontrarte con términos “nuevos” que parece que han salido para deslumbrar con ideas innovadoras, nunca vistas, párate a pensar. Quizás están hablando de cosas que ya existían pero que habíamos olvidado. Como dicen algunos, “hay que descubrir algo nuevo para poner en valor lo que siempre ha estado ahí”.

Que harás en tu empresa en septiembre

¿Qué planes tienes para tu empresa en septiembre?

Aunque estemos en verano y tengamos la sensación de que todo va más lento, el calendario sigue su curso y ya estamos de nuevo casi en el inicio de una nueva etapa. Cierto es que hemos pasado por una verdadera montaña rusa en estos últimos meses y todos en mayor o menor medida hemos sufrido los efectos de la crisis sanitaria. Pero, como todo en la vida, nada dura eternamente y siempre llega el final…y un nuevo inicio.

En estos días de calor, con la actividad muy reducida, tenemos más tiempo para reflexionar sobre nuestra situación personal y profesional, hacer un ejercicio crítico de lo que ha pasado, cómo hemos respondido al escenario tan especial que nos ha tocado vivir y qué caminos podemos seguir a partir de ahora.

Noto sin embargo una cierta apatía en muchas de las pymes, no en todas desde luego, como una sensación de abatimiento y de resignación. La situación evidentemente no es para estar contentos, pero no dar batalla en estos momentos es la peor de las opciones. Veo con preocupación a muchas empresas y sectores clamando por ayudas económicas al Gobierno. Y no, no es que esté en contra de que el Estado ayude a salir del bache a las pymes, en especial las que son viables, pero si esta es la solución que ven los empresarios para el futuro de sus organizaciones, me parece vamos en una dirección equivocada.

El futuro de nuestras empresas, sean pequeñas o grandes, está en nosotros mismos, en nuestra capacidad de sacrificio y en nuestras propias fortalezas. Sí, parece que es un falso optimismo, pero es la realidad. La historia de las últimas crisis nos ha dejado muchos ejemplos de cómo las pymes han superado con éxito períodos convulsos, y siempre han salido adelante contando con su potencial para reformular su negocio y su propuesta de valor al mercado. Soy de los que apuestan por la iniciativa de las personas y creo que la capacidad para superar las adversidades es mucho más alta de lo que pensamos. No busquemos las soluciones en terceros, somos nosotros los que manejamos el timón de nuestra empresa.

Y septiembre está a la vuelta de la esquina. ¿Tienes ya trazada tu ruta empresarial? Porque el tiempo pasa, las soluciones no llegan solas y, como te decía, tienes el mando absoluto de tu futuro. La crisis pasará, sin duda, lo que ahora tienes que plantearte es qué papel jugará tu organización a partir de ahora. ¿Vas a hacer lo mismo? ¿Cambiarás algo? ¿Reforzarás algún aspecto que consideras esencial? ¿Apostarás por nuevos caminos? ¿Con que gente vas a contar? Preguntas que tienes que responder cuanto antes y esbozar las líneas de lo que será la nueva versión de tu pyme.

Ten presente que para llegar a la nueva meta no estarás solo. Además de tu equipo, tienes a muchos otros colaboradores que pueden ayudarte, y mucho, a salir de nuevo al mercado en buenas condiciones. Explora todas las posibilidades, contacta con las personas y empresas que creas que pueden aportarte una visión diferente y, ante todo, confía en ti mismo.

Si no lo has leído antes, te recomiendo esta reflexión de Begoña de la Torre, seguro que descubres que hay dentro de ti un potencial de crecimiento sin aprovechar. Una inyección de optimismo.

Y también, como complemento a esta entrada, un interesante artículo de Marisol García, experta en marketing y comunicación digital, que nos habla de la importancia de tener un propósito personal y de empresa para alcanzar nuestros objetivos. Descubrirás además el concepto de “Eudaimonia” para lograr poner en acción todo nuestro potencial como humanos.

Aprovecha estos días para tranquilizar y serenar tu mente y trazar el camino que quieres seguir en los próximos meses. Dedica tiempo a pensar en tu futuro, está a tu alcance. Solo tienes que confiar en tus fuerzas y tener presente que la crisis pasará y que tu empresa tiene que estar ahí para seguir dando la batalla. No lo intentes…hazlo. Y si necesitas ayuda, ya sabes dónde encontrarla.

¡Felices días!

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