Cinco malditos segundos

Ese es el tiempo que suelen durar los anuncios emergentes en muchos sitios online de información o noticias antes de que el usuario lo cierre. Y no lo hace antes porque sencillamente no puede.

He hablado antes de esta invasiva publicidad online que asalta nuestros sentidos si accedemos a estas webs a través de nuestros smartphones. Y nunca bien. No es que sea molesta, que lo es, ni que el volumen del sonido sea demasiado estridente, que también. Lo peor es la sensación que deja en los sufridos usuarios que las padecemos.

Si de lo que se trata es de “conectar con el cliente”, “trasmitir valores”, “mejorar la imagen de marca” o “conseguir más leads”, me parece que este tipo de acciones no van a contribuir a ello, más bien al contrario.

Mi impresión es que los anuncios emergentes, nunca solicitados y la mayoría de las veces no segmentados por intereses del usuario, son una inversión segura si quieres dañar tu marca y la imagen de tu empresa.

Cuando un usuario accede a una web, por ejemplo, de un medio de comunicación, lo que quiere es acceder a esa información, no a la que tu empresa de forma forzada le está presentando. Si lo haces, lo normal es que invadas su espacio personal y privado, y que su enfado quede asociado a tu marca de manera directa. ¿No te parece?

De manera más indirecta, el medio que acoge esos anuncios emergentes también sale damnificado, pues dificulta el acceso a su web. Lo de la “regla de los tres clics” para llegar a la información relevante para el usuario parece que haya quedado en el olvido. Ahora necesitas esos tres clics para ir cerrando todas las ventanas emergentes (aceptación de términos y uso de cookies, privacidad, anuncios…). Y más clics para llegar a lo que estás buscando.

Sigo sin entender cómo se puede vender un producto digital como este a las empresas. Y más me cuesta comprender que lo contraten. Sí, es cierto que hay un gran número de impresiones, produzcan estas efecto positivo o negativo. Y de la tasa de conversión mejor no hablar.

Esto pasa por no ponerse siempre en el lugar del usuario. Si lo hiciesen, las empresas se lo pensarían dos veces antes de contratar este tipo de publicidad. De hecho, según diversos estudios, como los que realiza emarketer.com, el 67 % de los usuarios considera muy molestos los anuncios emergentes de video con sonido. Y no le van a la zaga otros anuncios emergentes.

No todo vale en publicidad online. La premisa de pensar siempre en el cliente y en su percepción como usuario digital debería estar en el centro de las estrategias de marketing y comunicación, ¿no se nos llena la boca cuando hablamos de “Customer Centric”? Hay que facilitarle un uso agradable de los medios online y proporcionarle una buena experiencia.

Y como los medios online también tienen que generar ingresos, no queda otra que buscar acciones menos agresivas para conseguirlo, que las hay. Eso o asumir que poco a poco nos vayan abandonado los usuarios.

No hundas tu marca por esos cinco segundos de gloria.

Te amplio el tema del marketing invasivo en la entrada de mi blog:

Marketing y Comunicación intrusivos, o como destruir tu imagen de marca.

¡Comparte este artículo!

Comments are closed.