La palabra Serendipia hace alusión al descubrimiento inesperado de algo importante sin que se haya buscado expresamente. Algo parecido a encontrar una solución a un problema mientras intentábamos resolver otro distinto. Aparece como una agradable sorpresa por lo inesperado del hecho y suele traducirse en algo innovador, disruptivo y útil.
La historia está llena de serendipias, algunas muy conocidas y otras que se revelaron como tales después de mucho tiempo. La del Post-it® es una de las primeras. Las hoy famosas tiras adhesivas que comercializa la firma 3M nacieron de un error al intentar desarrollar, curiosamente, un adhesivo fuerte. La serendipia se produjo cuando un trabajador se sintió molesto porque los papeles que ponía en su libreta quedaban impregnados de la sustancia que estaban desarrollando y se pegaban a las hojas que marcaba. El hecho de que se pudieran despegar hizo que a alguien de la compañía se le ocurriera comercializarlo como “notas de quita y pon”. Hoy tiene más de 4000 referencias que se venden en todo el mundo.
Se han dado muchas serendipias a lo largo de la historia. Algunas son casi leyendas, como la de Newton y la manzana, cuando el famoso físico descubre la ley de la gravitación universal por una casualidad, o la de Arquímedes, que, estando en una bañera sumido en sus cavilaciones, descubre la ley que lleva su nombre.
En épocas más recientes, las serendipias se producen con más frecuencia de lo que podemos imaginar. El hecho de que no las conozcamos es porque la mayoría de las veces no salen a la luz, se quedan en el entorno donde han tenido lugar.
Y en lo que respecta al mundo empresarial, las serendipias se han dado con mucha frecuencia. La lista sería larga, la Viagra®, el Velcro®, los rayos X, la penicilina… Si no fuese por estas afortunadas coincidencias, el mundo sería muy diferente.
¿Son las serendipias una casualidad?
Es la pregunta que cabe hacerse. Si son una mera coincidencia fruto del azar, las serendipias se quedarían como una anécdota curiosa e incluso agradable, pero si más. Por el contrario, si surgen como consecuencia de un proceso estructurado, no hay que despreciar la posibilidad de que podamos provocar su aparición.
Os cuento una serendipia curiosa que me ocurrió no hace mucho tiempo y que puede ejemplificar cómo y porqué surgen de vez en cuando estas sorpresas cuando menos lo esperamos.
Resulta que atravesaba un periodo de insomnio algo más largo de lo habitual, una molestia que cada noche me obligaba a estar con la mente burbujeante mientras intentaba atrapar un sueño que no llegaba. Yo, como algunas personas, intento distraer la mente pensando, como no, en asuntos profesionales. No es que lo busque, pero quizás sea una respuesta automática de mi cerebro para mantenerme ocupado.
En esta tesitura, estaba buscando una forma de conseguir llegar a un segmento de público potencial en una acción de marketing para un cliente. Llevaba ya bastante tiempo pensando en ello (sin conseguir el deseado sueño) cuando de repente, una de las ideas que había desechado para este caso encendió la bombilla para otro diferente. Fue como un destello repentino en mi cabeza. Tuve que levantarme y apuntar en un papel la idea, con el temor de que se me olvidara por la mañana.
¿Cómo terminó el asunto? La acción de marketing que buscaba para un cliente la desarrollé para el otro, con bastante éxito, la verdad. Pero he de reconocer que ni siquiera el propio cliente se explicaba como pude tener esa idea tan ingeniosa y creativa. Entonces no pude entender el proceso, pero hoy creo que tengo algunas de las claves que lo hicieron surgir. Y, definitivamente, no fue una simple casualidad.
Las serendipias en el ámbito empresarial.
Desde el punto de vista de la empresa, es de vital importancia mantener un espíritu creativo, replantearse constantemente los procedimientos y contar con la innovación en todos los procesos. Un estado de permanente revisión, dicho de otra forma. Crear un ambiente que genere las nuevas iniciativas casi siempre suele dar frutos, a veces de forma inmediata y otras a largo plazo.
Las serendipias requieren, para que surjan, un estado de alerta en las personas involucradas. Las personas que tienen ideas inesperadas no son más afortunadas que otras, ni necesariamente más inteligentes, simplemente mantienen su mente en constante movimiento. Algunas de las características que las definen:
- Son inquietas.
- Tienen la mente abierta.
- Buscan soluciones alternativas a los problemas.
- Escriben, pintan o realizan otra actividad creativa.
- Saben escuchar.
- Tienen un espíritu crítico muy marcado.
- Suelen preguntarse a menudo el porqué de las cosas.
- Y, además, son un poco inconformistas.
¿Te reconoces en alguna de estas características? ¿Tienes en tu empresa a personas así?
Yo he tenido la suerte de haber compartido equipo con gente con un perfil serendípico. Y digo suerte porque son personas que destacan en cualquier grupo. Son las que suelen llevar la iniciativa en las reuniones y las que más ideas aportan.
Cuando se trata de generar estrategias en una pyme, en particular estrategias de marketing, seguir una metodología es importante (análisis interno, competencia, propuesta de valor…) para allanar el camino hacia una meta exitosa. Pero muchas veces, encontrar esa senda es una tarea compleja.
La búsqueda de soluciones novedosas a veces no sigue un camino lineal, que es el que recorremos en cualquier proceso mental que realizamos, por ejemplo, una planificación de marketing. No salirte del camino principal, incluso evitar las desviaciones suele conducir casi siempre a destinos conocidos, y esto no es bueno para que tu marca se diferencie en un mercado altamente competitivo.
Aquí es donde mejor se mueven las personas con el perfil que señalaba más arriba, habituadas a salirse de lo establecido y abiertas a explorar rutas menos transitadas.
Pero no solo es bueno contar con estas personas. Como es lógico, la mayoría de nosotros no contamos con estas cualidades, al menos de forma innata, aunque podamos entrenarlas. Para abonar el terreno adecuado para que surjan serendipias hay que introducir herramientas o técnicas que lo faciliten.
Prepara el escenario para que las serendipias se produzcan.
Lo más importante para estimular a los equipos en la generación de ideas es fomentarlas y apoyarlas desde la dirección. Aprovechar el talento interno (a veces desconocido) es el primer paso para lograr un ambiente propicio a las serendipias.
Si ya tenemos a las personas involucradas y motivadas, lo siguiente es introducir en las reuniones algunas de las técnicas que fomentarán las ideas disruptivas.
- El pensamiento lateral, con la técnica de los seis sombreros para pensar como herramienta más conocida.
- El brainstorming o lluvia de ideas.
- El método SCAMPER, basado en preguntas que generan alternativas.
- La Flor de Loto.
Y muchas otras que quizás conozcas o hayas utilizado.
Lo más importante no es que se produzcan más o menos ideas potencialmente interesantes para el problema o proyecto que tenemos entre manos, sino que se cree el entorno adecuado para que las ideas no previstas puedan salir a la luz, especialmente las que no tienen relación con lo que se está tratando.
Por eso también es muy interesante que participen personas de distintos departamentos. Así, un asunto de marketing puede crear por ejemplo una serendipia para el departamento de fabricación o de logística. De hecho, algunas de las grandes serendipias no fueron debidas a personas relacionadas con le innovación generada, como por ejemplo, las tiritas o el propio agujero del donut, que se hizo al parecer por primera vez en 1847, cuando un marinero llamado Hanson Gregory, hiciera el famoso agujero con la tapa de un pimentero de un barco para solucionar el problema de que la masa no se friera bien en el centro.
El mundo del marketing y la comunicación es cada vez más complejo y cada vez nos exige a todos los profesionales mayores dosis de ingenio. Las buenas ideas son realmente muy escasas por la dificultad de generarlas. Pero todavía hay mucho terreno para el avance. Si en tu empresa eres capaz de generar un ambiente abierto a nuevas ideas, podrás encontrarte de vez en cuando con algo realmente innovador y útil.
Las serendipias existen, y cuando se producen suelen dar enormes alegrías a las empresas afortunadas. ¿Te animas a crear un ambiente propicio para que salgan a la luz?
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